sábado, 9 de junio de 2012

CAPÍTULO 1.


PRIMERA PARTE

Sabiduría y temor de Dios
(Prov 8,22-31; Sab 7)

1 1Toda sabiduría viene del Señor
y está con él eternamente.
2La arena de las playas, las gotas de la lluvia,
los días de los siglos: ¿quién los contará?
3La altura del cielo, la anchura de la tierra,
la hondura del abismo: ¿quién las rastreará?
4Antes que todo fue creada la sabiduría,
la inteligencia y la prudencia antes de los siglos.
6La raíz de la sabiduría: ¿a quién se reveló?;
la destreza de sus obras: ¿quién la conoció?
8Uno solo es sabio: sentado en su trono
impone respeto.
9EI Señor en persona la creó, la conoció y la midió,
la derramó sobre todas sus obras;
10la repartió entre los vivientes, según su generosidad;
se la regaló a los que lo aman.
11Respetar al Señor es gloria y honor,
es gozo y corona de júbilo;
12respetar al Señor deleita el corazón,
trae gozo y alegría y vida larga.
13Quien respeta al Señor acabará bien,
el día de su muerte lo bendecirán.
14EI principio de la sabiduría es respetar al Señor:
ya en el seno se crea con el fiel.
15Asienta su cimiento perpetuo entre los hombres
y se mantiene con su descendencia.
16La plenitud de la sabiduría es respetar al Señor:
con sus frutos embriaga a sus fieles;
17llena de tesoros toda su casa
y de sus productos las despensas.
18La corona de la sabiduría es respetar al Señor:
sus brotes son la paz y la salud.
19Dios hace llover la inteligencia y la prudencia,
y exalta la gloria de los que la poseen.
20La raíz de la sabiduría es respetar al Señor,
y sus ramos son una vida larga.
21El respeto del Señor rechaza los pecados
y aparta sin cesar la cólera.

Sabiduría y paciencia

22EI injusto apasionado no quedará impune,
porque el ímpetu de la pasión lo hará caer.
23El hombre paciente aguanta hasta el momento justo,
y al final su paga es la alegría;
24hasta el momento justo oculta lo que piensa:
la gente se hace lenguas de su prudencia.
25Tesoro de sabiduría son los proverbios atinados,
pero el pecador aborrece la religión.
26Si deseas la sabiduría, guarda los mandamientos,
y el Señor te la concederá;
27porque el respeto del Señor es sabiduría y educación,
y se complace en la fidelidad y la humildad.

Sinceridad

28Hijo mío, no seas falso en el temor de Dios,
no te acerques a él con doblez de corazón;
29no seas hipócrita en tu trato con los hombres,
vigila tus labios;
30no te ensoberbezcas, porque caerás
y te acarrearás ignominia;
el Señor descubrirá lo que ocultas
y te humillará en medio de la asamblea;
porque te acercaste al temor de Dios
mientras tu corazón estaba lleno de falsedad.

1,1-21 Comienza el libro con una exposición programática, vinculando la sabiduría / sensatez con el respeto / reverencia de Dios. Cita y comenta el principio, también programático, de Prov 1-7. La sabiduría / destreza es cualidad divina, que Dios posee eternamente y que despliega en su actividad cósmica creadora. Es además una creatura, que Dios reparte a los seres vivos; también a los
animales, según tradición sapiencial. A los hombres Dios les concede sabiduría / sensatez, a condición de que respeten a Dios.

Respeto / reverencia de Dios es un concepto ancho al que corresponden nuestro "sentido religioso" o "reverencia" de la creatura ante el Creador. A veces domina el aspecto etimológico de temer (cfr. Re-vereri); a veces el aspecto ético de "guardar los mandamientos"; casi siempre el aspecto genérico de "fidelidad".

La sabiduría no es don estático, otorgado de una vez para siempre en estado perfecto, sino que es dinámica, con algo de vida vegetal. Parte de un cimiento hacia una plenitud, de una raíz hacia una corona. Aunque el hombre no la puede abarcar, porque es anterior y superior a él, puede trabajar por ella y con ella, teniendo siempre presente el respeto de Dios.
Pablo llama a Cristo "sabiduría de Dios"; y Col 2,3 afirma que encierra "los tesoros de la sabiduría".

1,1 Véanse Prov 2,6; 8,21 s; Sab 8,21. Compárese con Jn 1,1.18; Sant 3,17.

1,2-3 Ejemplos de números indefinidos y dimensiones inabarcables: Sal 139,8s; Is 40, 12s; Job 28,24-27.

1,4 Hay una sabiduría creada, primogénita y primicia: véase Prov 8,22-30; para las cualidades emparentadas véase Prov 1,1-6. Algunos manuscritos añaden un verso: "La fuente de la sabiduría es en el cielo la palabra de Dios, y sus canales son los mandamientos eternos".

1,8 Con plenitud de sentido, sólo de Dios podemos decir que es sabio, y por ello es sobrecogedor, temible: Sal 76. "Sentado en su trono" como rey, a quien compete de modo especial la sabiduría: Prov 25,1 s.

1,9-10 Responde a las preguntas de los vv. 2-3. Parece establecer una gradación. Todas las criaturas llevan impreso el sello de la destreza del Creador; todos los vivientes participan activamente de una sabiduría; sus "amigos", o sus fieles, la reciben como don particular: cfr. Ecl 2,26; Bar 3,37.

1,11-13 En tres versos una síntesis de bienes ligados al "respeto" del Señor, que transforma la entera existencia humana hasta el final. Entonces lo bendicen, no antes: Eclo 11,28; entonces comienzan a bendecir su memoria: Prov 10,7. Sen Sira no espera otra vida.

1,14-15 Eco de Prov 1,7. La sabiduría desborda los límites de la existencia individual: antes de nacer, sin condiciones, la recibe el hombre como don germinal, al morir la lega a sus descendientes. El hombre nace ya horno sapiens. Gracias a ella, puede desarrollarse, y este desarrollo sí está condicionado por el sentido religioso. La sabiduría, además, está vinculada a la tradición. "Perpetuo" o primordial.

1,16-17 Completa con bienes materiales la serie de 11-13; véase Prov 24,4; Sab 7,11.

1,18-20 Si la "corona" designa la copa, la entera imagen es coherente: raíz, ramos, brotes, copa, y la lluvia que la fertiliza.

1,21 Su único obstáculo es el pecado, que provoca la cólera de Dios y frustra las bendiciones.

1,22-24 La pasión es un caso concreto de pecado; la impaciencia impide la maduración. La pasión es una fuerza que sobreviene de repente y arrastra al hombre a la caída. A ella se oponen la paciencia y la prudencia. El resultado de éstas es la alegría y el reconocimiento social.

1,25-27 Vuelve al tema de antes: adquisición o cultivo de la sensatez. Ofrece tres caminos o condiciones: los proverbios, que ilustran y orientan; los mandamientos, que se han de cumplir; y el respeto del Señor, que es todo un programa.

1,28-2,18 En la primera instrucción ha explicado de dónde procede la sabiduría y cómo se consigue por medio del respeto de Dios. En la segunda instrucción explica cómo se consigue y desarrolla el respeto de Dios. Hay que emprender la tarea con sinceridad y humildad (28-30), hay que tener paciencia y constancia (2,1-6), hay que confiar en Dios (2,7-14); conclusión enunciativa (2,15-18).

1,28-30 La tarea del respeto de Dios exige una actitud inicial, Respecto a Dios, el corazón ha de estar entero; el corazón dividido (Sal 12,3; 1 Cr 12,34) está patente a Dios. Respecto a los hombres ha de ser sincero, pues la hipocresía acarrea la humillación de quedar descubierto. Respecto a sí debe ser humilde, pues la soberbia acarrea ignominia: Prov 11,2. Una actitud inicial falsa viciará toda la empresa: cfr. Sab 1,1-4. 

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