viernes, 15 de junio de 2012

CAPÍTULO 10.




10 1 Gobernante prudente educa a su pueblo,
una buena administración es ordenada.
2A tal gobernante, tales ministros;
a tal alcalde, tales vecinos.
3Un rey disoluto arruina la ciudad,
la prudencia de los jefes puebla la ciudad.
4En manos de Dios está el gobierno del mundo:
sobre él establece al hombre oportuno;
5en manos de Dios
está la autoridad del hombre:
él confiere su majestad al soberano.


Soberbia



6Por ninguna ofensa devuelvas mal al prójimo,
no marches por el camino de la soberbia
la soberbia es odiosa al Señor y a los hombres;
para los dos es delito de opresión;
sel imperio pasa de nación a nación
a causa de la violencia y la soberbia.
9¿Por qué se ensoberbece el polvo y ceniza
si aún en vida se pudren sus entrañas?
10Un achaque ligero, y el médico perplejo:
hoy rey, mañana cadáver.
"Muere el hombre y hereda gusanos,
lombrices, orugas, insectos.
12Comienza la soberbia por un hombre rebelde
cuando su corazón se aparta de su Hacedor;
13pues el pecador es aljibe de insolencia
y fuente que mana planes perversos;
por eso Dios le envía terribles plagas
y lo castiga hasta acabar con él.
14Dios derribó del trono a los soberbios
y sentó sobre él a los oprimidos;
15el Señor arrancó las raíces de los pueblos
y plantó en su lugar a los oprimidos;
16el Señor borró las huellas de los pueblos
y los destruyó hasta los cimientos;
17los borró del suelo y los aniquiló
y acabó con su apellido en la tierra.
18No es digna del hombre la insolencia,
ni la crueldad del nacido de mujer.


Valor del hombre  

19¿Un linaje honroso? -El linaje humano-.
¿Un linaje honroso? -Los que respetan a Dios-.
¿Un linaje abyecto? -El linaje humano-.
¿Un linaje abyecto? -Los que quebrantan la Ley-
20Entre hermanos se honra al mayor;
pero Dios aprecia a quien lo respeta:
22forastero o extranjero, extraño o pobre,
su honor es respetar a Dios.
23No hay que despreciar al pobre sensato,
ni hay que honrar al hombre violento;
24príncipe, gobernante y juez reciben honor,
pero nadie es mayor que quien respeta a Dios.
25Esclavo juicioso será enaltecido,
esclavo hábil no tendrá que quejarse.
26No presumas de sabio al despachar tus negocios
ni te gloríes en tiempo de necesidad;
27más vale quien trabaja y vive holgado
que el que presume y carece de pan.
28Hijo mío, conserva tu honor con modestia,
y te darán los bienes que te mereces;
29a quien se declara culpable, ¿quién lo absolverá?,
¿quién respetará al que se denigra?
30Hay pobres respetados por su sensatez,
hay hombres respetados por sus riquezas;
respetado por su riqueza: ¿cómo?;
despreciado por su pobreza: ¿cómo?
31Quien se respeta en la pobreza, cuánto más en la riqueza;
quien se desprecia en la riqueza, cuánto más en la pobreza.


10,2 Este verso ocupa el puesto central y es un resumen lapidario. Véase Prov 14,28; 29,4.12, Y el llamado "espejo de príncipes", Sal 101.
10,3 "Disoluto" es en hebreo una palabra muy semejante a "faraón". La población numerosa se consideraba entonces una bendición: cfr. Is 49,19.
10,4-5 Dimensión teológica del gobierno, por su origen. Puede aludir a la elección de Ciro, según Is 41,1-4; 45,1-8. El gobernante participa del poder y majestad de Dios: es su honor y su responsabilidad; véase Sab 6,1-11.
10,6-18 Instrucción sobre la soberbia en sus diversas manifestaciones y ejercicios. Es justo tratar de ella en el contexto del poder y el gobierno, por ser donde más fácilmente se desarrolla. El hombre que va a recibir de Dios autoridad y majestad (10,5) debe meditar sobre el peligro, la falsedad, las consecuen cias de la soberbia. Catorce versos en estrofas irregulares con un colofón.
10,6-8 Primera estrofa: la soberbia actúa en la venganza, la opresión y la violencia. Si el gobernante se encuentra entre Dios y los hombres, su soberbia se atraerá el odio de ambos Prov 8,13; 16,18; 29,23. El último verso es una síntesis de teología de la historia. Mirando a Israel, el autor puede pensar en Saul y David, Roboán y Jeroboán. Con mirada más ancha puede pensar en la historia de los imperios entre los que se ha tejido el destino de Israel. Mirando a su época, pensará en Lágidas y Seléucidas.
10,9-11 Segunda estrofa: recuerda al hombre lo que fue y lo que será, con cierto regusto macabro. También el "rey": véanse Is 14,11; 2 Mac 9; Sab 7,1-6.
10,12-13 Tercera estrofa. Versos difíciles en el texto hebreo: ¿se remonta hasta el principio, en Adán? ¿Piensa en el faraón sufriendo las plagas? Puede ser también enunciado genérico, aplicable a cualquier hombre que no se reconoce como creatura.
10,14-17 Cuarta estrofa. Llegados a este punto, Dios interviene cambiando el curso de la historia. Ejemplo clásico, cuando "arrancó" a los cananeos, para "plantar" a su pueblo: Sal 80,9s. El v. 16 no se encuentra en el texto hebreo.
10,18 Conclusión de todo lo anterior.
10,19 El tema de la soberbia se prolongaen este capítulo y el siguiente con reflexiones sobre el valor aparente y verdadero del hombre. Se abre con un enigma o acertijo. Honor y deshonra son patrimonio del linaje humano, y lo distinguen en dos grupos opuestos: la diferencia se basa en la oposición de "respetar a Dios" y "quebrantar sus mandamientos".
El paralelismo riguroso muestra que para el autor "respetar a Dios" se traduce en "cumplir
sus mandamientos". Un único linaje humano decide la alternativa de honor y deshonor en
el plano religioso: punto de referencia del hombre es Dios, que anula con su juicio las apariencias.
1 0,20-25 Los hombres aceptan o crean otras categorías para repartir o reconocer el honor: la edad o los cargos, nacionalidad, pobreza, libertad y esclavitud. Respetar a Dios anula las categorías o las supera decisivamente.
10,20 Legislación y costumbre dan la preferencia al de mayor edad. Varios relatos del AT muestran que Dios invierte los términos por decisión no condicionada; en cambio, el autor aduce aquí una condición.
10,22 La cuaterna es extraña porque falta una oposición; el griego lee "rico". La legislación de Israel excluía de muchos derechos al extranjero; Is 56,1-8.
10,23 La antítesis no funciona; además entra otra categoría, que es la sensatez: léase Ecl 9,15s.
10,25 De nuevo decide la categoría sapiencial.
10,26-29 Por oposiciones bien equilibradas inculca la iniciativa que el hombre toma respecto a su honor. Primero contra la presunción, según Prov 12,9; después la defensa del propio honor.
10,26 Véase el consejo de Ecl7,16.
10,28 Leyendo sin artículo, "con modestia" tempera el cuidado del honor.
10,29 Nuestro refrán dice: "ruin sea quien por ruin se tiene".
10,30-31 Se sospecha que estos versos sean adición. Tienen algo de enigma resuelto. El rico recibe honor por su riqueza, el pobre por su sensatez: de las dos instancias ¿cuál vencerá? Sin duda la sensatez, que sobrevive a los cambios de fortuna y así demuestra que es ella la suprema instancia del honor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario