sábado, 9 de junio de 2012

CAPÍTULO 2.


Paciencia y confianza

2 1Hijo mío, cuando te acerques a servir al Señor,
prepárate para la prueba;
2mantén el corazón firme, sé valiente,
no te asustes cuando te sobrevenga una desgracia;
3pégate a él, no lo sueltes,
y al final serás enaltecido.
4Acepta cuanto te sobrevenga,
aguanta enfermedad y pobreza,
5porque el oro se acrisola en el fuego,
y los elegidos, en el horno de la pobreza.
6Confía en el Señor, que él te ayudará;
espera en él, y te allanará el camino.
7Los que respetáis al Señor, esperad en su misericordia,
y no os apartéis para no caer;
8los que respetáis al Señor, confiad en él,
que no retendrá vuestro salario hasta mañana;
9los que respetáis al Señor, esperad bienes,
gozo perpetuo y misericordia.
10Repasad la historia y veréis:
¿quién confió en el Señor y quedó defraudado?,
¿quién esperó en él, y quedó abandonado?,
¿quién gritó a él y no fue escuchado?
11Porque el Señor es clemente y misericordioso,
perdona el pecado y salva del peligro.
12¡Ay del corazón cobarde, de las manos desfallecidas!;
¡Ay del pecador que va por dos caminos!;
13¡Ay del corazón desfallecido que no confía
porque no alcanzará protección!;
14¡Ay de los que habéis perdido la paciencia!,
¿Qué haréis cuando venga a tomar cuentas el Señor?
15Las que respetan al Señor no desobedecen sus palabras,
los que lo aman siguen sus caminos;
16los que respetan al Señor procuran complacerle,
los que lo aman cumplen la Ley;
17los que respetan al Señor disponen el corazón
y se humillan delante de él.
18Caigamos en manos de Dios y no en manos de hombre,
pues como es su grandeza así es su misericordia.


2,1-6 Dios es pedagogo exigente, que enseña a los suyos en la vida y para la vida, con experiencias y pruebas: Tob 12,13; Dt 8,2. El discípulo debe venir con firme convicción personal y dispuesto a la prueba, que es necesaria y señal de que Dios lo ama: Prov 3,12. Si la intimidad del hombre "se pega" o adhiere a Dios, estará firme (Sal 112,7) y valiente (Sal 27,14). "Pegarse" es palabra típica del Dt. "Se acrisola": Is 48,10; Jr 9,6. "Allanar" Is 45,13; Prov 3,6.

2,5 Prov 3,12.

2,7-14 En tres estrofas, exhorta con imperativos, apela al testimonio de la historia y rubrica la lección con tres ayes.

2,7-9 Traduzco "los que respetáis al Señor" para enlazar con el cap. 1; vale también la forma común de los salmos: "fieles del Señor". "Salario": véanse Gn 15,1; Jr 31,16. "Hasta mañana": como manda Lv 19,13. Los "bienes" se concentran en la "salvación" y en el "gozo" que de ella deriva. Gozo "perpetuo" o duradero para toda la vida.

2,10-11 De las tradiciones históricas aprende el judío: las medita (Sal 78), a ellas apela en la súplica (Sal 44,2-9; 22,5s). De las manifestaciones históricas puede subir a las cualidades de Dios (Ex 34,6s), unidas al perdón en Sal 103,8-14.

2,12-14 Los ayes son formas de estirpe profética, son lo contrario de la bienaventuranza. "Corazón y manos" es también bina usada por los profetas: Is 13,7; 35,3s; Ez 21,12. "Ir por dos caminos" describe una conducta incoherente, repartida entre el bien y el mal: cfr. 1 Re 18,21. La confianza en Dios equivale a la fe; desconfiar de él es negarle poder o voluntad. La terna se cierra apelando al juicio definitivo de Dios.

2,15-17 Hace eco a la terna de 7-9. Considera equivalentes la reverencia, el amor, la humildad ante el Señor. No opone amor a temor. Sobre esta "humildad" véase Miq 6,8. Las actitudes internas se traducen en seguir el "camino" señalado por Dios, es decir, en cumplir sus "mandamientos": cfr. Jn 14,15.21.23.

2,18 "Ponerse en manos de Dios" es la entrega confiada, aunque sea para el escarmiento (2 Sm 24,14) o la prueba (Dn 13,23). Con otros términos, lo dicen las bellísimas expresiones de Sal 31,6.16; Y en tono afirmativo Sab 3,1. 

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