sábado, 9 de junio de 2012

CAPÍTULO 3.


Honrar padre y madre
(Ex 20,12; Dt 5,16)
3 1Escuchad, hijos míos, a vuestro padre;
hacedlo, y os salvaréis.
2Pues el Señor da al padre honra frente a los hijos
y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
3El que honra a su padre expía sus pecados,
el que respeta a su madre acumula tesoros;
5el que honra a su padre se alegrará de sus hijos,
y cuando rece, será escuchado;
6quien honra a su padre tendrá larga vida,
quien da descanso a su madre obedece al Señor;
7quien respeta al Señor honra a sus padres
y sirve a sus padres como a señores.
8Hijo mío, de palabra y de obra honra a tu padre,
y vendrán sobre ti toda clase de bendiciones;
9la bendición del padre afianza las raíces,
la maldición de la madre arranca lo plantado.
10No busques honra en la humillación de tu padre,
porque no sacarás honra de ella;
11la honra de un hombre es la honra de su padre,
y la deshonra de la madre es vergüenza de los hijos.
12Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre,
no lo abandones mientras vivas;
13aunque chochee, ten indulgencia;
no lo abochornes mientras viva.
14La limosna del padre no se olvidará,
será tenida en cuenta para pagar tus pecados;
15el día del peligro se acordará de ti
y deshará tus pecados como el calor la escarcha.
16Quien desprecia a su padre es un blasfemo,
quien insulta a su madre irrita a su Creador.

Humildad

17Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad
y te querrán más que al hombre generoso.
18Hazte pequeño en las grandezas humanas,
y alcanzarás la compasión de Dios;
2Oporque es grande la compasión de Dios,
y revela sus secretos a los humildes.
21No pretendas lo que te sobrepasa
ni escudriñes lo que se te esconde;
22atiende a lo que te han encomendado,
pues no te importa lo escondido;
23no te preocupes por lo que te excede,
aunque te enseñen cosas que te desbordan,
24ison tan numerosas las opiniones de los hombres,
y sus locas fantasías los extravían!
26EI terco saldrá malparado,
quien ama lo bueno, lo conseguirá,
27el terco se acarrea desgracias,
el cobarde añade pecado a pecado.
25(Donde faltan los ojos, falta la luz;
donde falta inteligencia, no hay sabiduría).
28No corras a curar la herida del cínico,
pues no tiene cura, es brote de mala cepa.
29EI sabio aprecia las sentencias de los sabios,
el oído atento a la sabiduría se alegrará.

Limosna
(Tob 4; 1 Pe 4,8)

30El agua apaga el fuego ardiente
y la limosna expía el pecado.
31 Al bienhechor lo recuerdan más tarde,
cuando resbale encontrará apoyo.


3,1-16 Después de la gran introducción, que define la actitud del discípulo respecto a Dios -tema relacionado con el primer mandamiento-, el maestro pasa a disertar sobre el primer mandamiento de la "segunda tabla", o sea, deberes con los padres. Lo comenta con reflexiones sapienciales y con exhortaciones de inspiración deuteronómica. El tratado comprende una introducción, tres estrofas de cuatro versos y una conclusión.

3,1-2 El maestro asume el papel de padre, tratando a los alumnos de hijos; prolongando así la actividad de los padres que ejercieron el papel de maestros: Prov 1,6; 2,1; 3,1; 4,1.10; 5,1; 10,1. La autoridad de los padres es institución divina para la salvación.

3,3-7 Los cuatro versos repiten el término "honrar'. El término hebreo abarca tanto el respeto a su autoridad como el sustento en su necesidad: véase Mt 15,4-6. La distinción "padre y madre" tiene función formal: todos los consejos valen para ambos, la madre está situada al mismo nivel. El último verso, según costumbre del autor, vincula el precepto al respeto debido a Dios. En el v. 6 comienza el texto hebreo conservado: cfr. Ex 20,12.

3,8-11 Vale lo dicho antes sobre el reparto formal de papeles. Insiste en el verbo "honrar': primero en sentido amplio, que abarca palabras y obras, después en sentido estricto referido a la honra. Dado el modo de proceder del autor, es posible y aun probable que esté pensando en el episodio de Noé borracho y sus hijos (Gn 9,20-29), por el doble tema de la "humillación" y la "bendición". Lo desequilibra el papel igualitario de la madre, también capaz de maldecir y bendecir. Bendición y maldición de los padres tenían particular eficacia: Gn 27,27-29; 49,2-17.

3,12-15 Tercera estrofa. La conducta inculcada debe durar toda la vida, también cuando el padre es anciano y el hijo maduro (Prov 23,22). Incluye como antes el aspecto genérico de ayuda, "no lo abandones", y el de honor, "no lo abochornes" (Prov 30,17). Parece adelantarse a una objeción o pregunta: ¿qué hacer cuando el padre mismo se deshonra con la chochera? Dos versos introducen el tema de la limosna: no hecha al padre, sino hecha por él. Cuando el padre es anciano e incapaz de ayudar, la limosna que hizo permanece como un capital de ayuda y protección, incluso más que los tesoros. "Expiar' y "pecados" hacen eco al v. 3.

3,16 Conclusión en tono negativo, según procedimiento del autor. Dios es fuente y garante del orden familiar; por eso, quebrantar el cuarto mandamiento es ofensa contra el Creador: Dt 27,16; Prov 30,11.17.

3,17-4,10 Después de explicar los deberes con los padres, pasa a las relaciones con otros: la humildad (3,17-29) y la caridad (3, 30-4,10). Las dos virtudes humanas son también virtudes religiosas, realización del respeto debido a Dios, y están enmarcadas por la maravillosa sanción divina.

3,17 En 1,27 hablaba de la humildad frente a Dios. Aquí de la humildad frente a otros hombres. El verso introduce el tema: la actitud humilde, que sabe mantenerse a nivel con los demás, es más apreciable que la costumbre de hacer regalos, si a ésta le falta la llaneza. Un regalo hecho con soberbia puede herir: 18,15-18.

3,18-20 La primera bina se remonta a la sanción divina: no simples bendiciones, sino la "compasión" tierna de Dios: el Compasivo es uno de los títulos del Señor (Sal 103,8): compárese con Prov 3,34. "Revela a los humildes" es la enseñanza de Jesús en Mt 11,25.29par.

3,21-24 Parece comentar el v. 20b: Dios se encargará de revelar sus secretos; que el hombre no pretenda desvelarlos con su esfuerzo; ni tampoco con la aportación de otros. El hombre debe reconocer y aceptar sus límites (Sal 131) y dedicarse a sus tareas. La desconfianza de Ben Sira podría referirse a especulaciones cosmológicas o teológicas.

3,26-27 A la humildad y modestia se opone también el corazón duro o "terco": en la expresión está asomando la figura del Faraón (Ex 7-9). "Cobarde": el significado es dudoso; según Job 15,20 "se atormenta"; haría falta en hebreo un sinónimo o correlativo de terco.

3,25 Falta en las versiones griega y latina. Si se mantiene y se une con lo anterior, denunciaría la ceguera del terco.

3,28 El cínico es un tipo humano presente en Prov; muy significativo es 3,34; poco aclaratoria es la definición de 21,24; se lee también en Sal 1, 1.EI cínico desprecia y se burla de todos los valores y de los demás.

3,29 El docto o sabio es la figura contrapuesta, que aprecia a sus colegas y desea aprender.

3,30-31 Tema nuevo sin introducción. Suenan a manera de transición. Sobre la limosna: Tob 4,16; 14,8s; 2 Cor 8-9. 

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