viernes, 15 de junio de 2012

CAPÍTULO 9.




Trato con las mujeres
(Ec1o 25,13-26,18; Prov 7) 
 

9 1 No seas celoso de tu propia mujer,
para que no aprenda a maltratarte;
2no tengas celos de la mujer que amas,
y no te pisoteará;
3no te acerques a mujer ajena, y no caerás en sus redes;
no intimes con la ramera, y no te cazará en sus lazos;
4no trates con la que canta coplas,
y no te abrasarás con su boca;
5no te fijes demasiado en la doncella,
y no te entramparás por su causa;
6no te enredes con la ramera,
y no le cederás tu fortuna:
7sus miradas te enloquecerán
y te arruinarás frecuentando su casa.
8Cierra tus ojos ante la mujer hermosa
y no te fijes en belleza que no es tuya;
por las mujeres se han perdido muchos,
y su amor abrasa como fuego;
9con mujer casada no comas
ni te sientes con ella a beber,
porque te arrastrará el corazón
y dará con tu vida en la fosa.  

Amigo viejo  

10No deseches al amigo viejo, porque al nuevo no lo conoces;
amigo nuevo es vino nuevo: deja que envejezca y lo beberás. 
 

Compañías  

11No envidies al malvado,
porque no sabes cuánto vivirá;
12no te complazcas con el insolente que triunfa,
piensa que no morirá impune;
13aléjate del que puede matar,
y no te espantará la muerte;
si te acercas, no lo ofendas,
porque te quitará la vida;
mira que caminas entre lazos, que avanzas por una red.
14Según tu capacidad, responde a tu prójimo
e intima con los sabios;
15comparte tus pensamientos con el prudente
y tus secretos con los entendidos;
16gente honrada comparta tu pan,
y sea tu orgullo el temor del Señor.  

Gobernantes  

17Con su destreza controla el artesano,
el gobernante a su pueblo con su elocuencia;
18terror de su ciudad es el deslenguado,
la lengua insolente será aborrecida.  

9,1-9 Otros doce versos están dedicados al trato con las mujeres; siempre desde el punto de vista del varón. Las mujeres son típicas, y se acentúan sus rasgos peligrosos para el joven discípulo; los aspectos positivos se tratarán más adelante: cap. 26.
9,1-2 Los celos del hombre son armas cedidas a la mujer: otros aspectos en Prov 6,34; 14,30.
9,3 Sobre la mujer ajena véase Prov 6, 30-35. No apela al mandamiento, la motivación es sapiencial. Ahora bien, el término hebreo usado designa con frecuencia a la extranjera avecindada en Israel y prostituta de oficio. Sobre la ramera es notable la descripción de Prov 7.
9,4 Por lo visto el oficio de cantar coplas -o cupletista- era sospechoso. Is 23,16 cita la copla que canta la ramera.
9,5 La "doncella" podía estar ya prometida; léase el juramento de Job 31,1.
9,6-7 Describe un grado superior, de enamoramiento y entrega, con sus fatales consecuencias.
9,6 Eclo 19,2.
9,8-9 El adulterio con mujer casada tenía pena de muerte para ambos cómplices; quizá por ello habla de perdición y de dar en la fosa. Por otra parte, en la serie no apela a mandamientos ni legislación; por tanto, la perdición podría ser simple consecuencia inmanente, como indica Prov 7,27; 9,18.
9,10 En forma negativa un precioso consejo, un refrán magistral sobre la amistad. No le llegan los nuestros: "condición de buen amigo, condición de buen vino", "el tocino y el vino, añejo, el amigo, viejo", "no hay mejor espejo que el amigo viejo".
9,11-13 En cuanto a la forma, sigue la serie negativa con motivación. En canto al tema, son casi repetición de 8,15s. Un típico problema sapiencial es la retribución: la solución aquí propuesta es el tiempo; compárese con el Salmo 73.
9,11 Fórmula semejante en Prov 3,31; 23,17; 24,1; Sal 37,1.
9,14-16 Cierran la gran serie: retornando al trato con los doctos y apelando al respeto de Dios. En este libro los maestros o sabios ocupan un lugar más importante que sacerdotes y profetas, aunque sometidos al sentido religioso, el "respeto de Dios".
9,17-10,5 Siete versos sobre el gobierno, que es también tema y tarea sapiencial: véase Prov 8,15s. De hecho, una de las funciones de las escuelas sapienciales era preparar jóvenes para cargos administrativos. Los versos van ascendiendo: artesano, orador, gobernante, rey, Dios.
9,17 -18 Obras y palabras. Esta elocuencia no es puramente formal, sino que tiene exigencias éticas, como muestra la oposición del verso siguiente.

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