domingo, 8 de julio de 2012

CAPÍTULO 30.



Educación de los hijos
(Eclo 22,3-6)

30 1Quien ama a su hijo lo azota con frecuencia
para poder alegrarse más tarde;
2quien castiga a su hijo sacará provecho de él,
y estará orgulloso de él ante los conocidos;
3el que instruye a su hijo da envidia a su enemigo,
y estará satisfecho de él ante los amigos.
4Fallece el padre, como si no hubiera muerto,
pues ha dejado uno semejante a sí;
5mientras vive lo ve y se alegra,
cuando va a morir no se entristece;
6ha dejado quien lo vengue de sus enemigos,
quien agradezca a los amigos.
7Quien consiente a su hijo tendrá que vendarle las heridas,
a cada grito se le conmoverán las entrañas;
8caballo no domado será cerril,
hijo consentido sale terco;
9sé blando con tu hijo, y te hará temblar;
sigue sus caprichos, y lo sentirás;
10no le rías las gracias, y no llorarás con él,
al final no te dará dentera.
11 No le des autoridad en la juventud
ni disimules sus locuras;
12dóblale la cerviz mientras es muchacho 
y túndele los lomos cuando aún es pequeño;
no se te vuelva terco y se te rebele,
y te acarree disgustos del alma.
13Corrige a tu hijo, ponle un yugo pesado
para que no levante el cuello contra ti.

Salud
(Edo 37,27-31)

14Más vale pobre sano y robusto
que rico lleno de achaques;
151a buena salud la prefiero al oro
y el buen ánimo a los corales;
16no hay riqueza como un cuerpo robusto
ni hay bienes como un corazón contento.
17Más vale morir que vivir sin provecho,
y el descanso eterno más que sufrimiento crónico.
18Manjares ofrecidos a una boca cerrada
son ofrenda presentada a un ídolo;
19¿de qué sirve una ofrenda al ídolo incapaz de comer y de oler?,
lo mismo el que posee riquezas y no puede disfrutar de su fortuna,
20mira con los ojos y suspira
como eunuco que abraza a una doncella.

Alegría

21No te dejes vencer por la tristeza
ni abatir por tu propia culpa:
22alegría de corazón es vida del hombre,
el gozo alarga sus años;
23consuélate, recobra el ánimo, aleja de ti la pena,
porque a muchos ha matado la tristeza,
y no se gana nada con la pena.
24Celos y cólera acortan los años,
las preocupaciones aviejan antes de tiempo.
25Corazón alegre es gran festín
que hace provecho al que lo come.

30,1-13 Catorce versos en estrofas de tres y cuatro versos. Sobre el tema, 22,3-6; Prov 23.

30,1 Véase Prov 3,12; 23,13-14; y la cita en Ap 3,19. Dios toma en su boca el principio
sapiencial, presentándose como padre de los hombres.

30,2 Véase Prov 29,17.

30,3 Recuérdese Sal 127,3-5.

30,4 Bendición genesiaca de la fecundidad: el hombre, imagen de Dios, engendra un hijo a su imagen; véase Gen 5,3. El verso tiene más fuerza en el horizonte limitado del autor, que no piensa en la vida futura.

30,6 Véanse los consejos de David moribundo a su hijo Salomón, 2 Re 2,5-9.

30,9 El verbo griego es a la letra "ser una nodriza", y recuerda Is 60,4.

30,10 Como quien toma una fruta verde, y le da dentera, así el padre que no hace madurar a su hijo. El verbo hebreo "reír" significa también jugar, Prov 8,30-31; aquí es decisivo el contraste con llorar.

30,11-13 Sigue actuando la comparación con el caballo o la acémila: Prov 29,17; Sal 32,9.

30,14-20 Ocho versos en dos estrofas, sobre el valor de la salud: vale más que las riquezas, sin ella no aprovechan las riquezas. Véase 37,27-31.

30,15 "Buen ánimo" se podría entender "aliento sano", en sentido físico; la traducción escogida busca la coherencia con el v. 16. En cualquier caso, la salud está vista y descrita en la unidad del hombre, afectando cuerpo y ánimo: como bienestar conscientemente disfrutado.

30,17 Hay que recordar la situación del hombre de entonces frente a la enfermedad y el dolor. Compárese con Job 3,13; 7,15; Jon 4,3; Tob 3,6-15. "Descanso eterno" no tenía en el original el sentido que nosotros le damos, equivale a descanso definitivo.

30,18-20 Las comparaciones usadas para describir al rico enfermo son terribles: primera la tumba, el enfermo está más muerto que vivo, pertenece ya al reino de la muerte; la segunda es el ídolo, véase Sal 115,4-6, el enfermo es imagen de nulidad, semejante a la falsedad, ya no es imagen viva de Dios; la tercera es burlesca y grave, pues el eunuco no es miembro pleno del pueblo escogido, (por la semejanza de 20,4, este verso ha sufrido una grave corrupción textual).

30,21-25 Seis versos que se añaden a los ocho anteriores hasta formar un grupo de catorce. La alegría es una especie de salud interior, y está amenazada por la enfermedad de la tristeza; la alegría es uno de los efectos de la salud, v. 16.

30,21 El hebreo lee "por tu propia culpa", según Sal 31,11; otras versiones antiguas leen "por sus preocupaciones», que hace mejor sentido.

30,22 El hebreo lee "lo hace tolerante"; la traducción de otras versiones responde mejor al primer hemistiquio. Cfr. Prov 27,22.

30,23 Véase 25,17; 38,18; Prov 12,25; 15,13; 17,22.

30,24-25 Véase Prov 14,30; 15,15. 

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