miércoles, 11 de julio de 2012

CAPÍTULO 37.


Elección de amigo
(Eclo 6,5-17; 12,8-18; 22,19-26)

37 1Cualquiera puede decir que es tu amigo,
pero hay amigos sólo de nombre.
2¿No es un disgusto mortal
cuando el amigo íntimo se vuelve enemigo?
3Ay del malpensado, ¿para qué fuiste creado?,
para llenar la faz de la tierra de traiciones.
4EI amigo desleal atiende a la mesa,
en el aprieto se queda a distancia.
5El amigo fiel peleará contra tu enemigo,
frente a tus rivales embrazará el escudo.
6No olvides al amigo durante el combate
ni lo abandones al repartir el botín.

Elección de consejero
(2 Sm 17)

7Todo consejero indica una dirección,
pero hay quien aconseja en propio provecho;
8cuidado con quien da consejos,
entérate primero de sus intereses;
porque también él piensa en sí mismo,
en cómo sacar provecho;
9a lo mejor te dice: «Vas por buen camino»,
y luego se pone a observar tu ruina.
10No consultes con tu enemigo
ni te declares al que te envidia:
11con la mujer, acerca de su rival;
al que busca botín, sobre la guerra;
con el comerciante, acerca de negocios;
al que compra, sobre una venta;
con el tacaño, acerca de generosidad;
al cruel, acerca de perdonar;
con el asalariado, acerca de la faena,
al empleado por un año, sobre la cosecha;
con siervo holgazán, acerca de la tarea:
no te fíes de tales consejos,
l2sino del hombre que siempre respeta a Dios,
y sabes que guarda los mandamientos,
que siente como tú sientes,
y si tropiezas, te ayudará.
13Recibe también el consejo de tu corazón,
pues ¿quién te será más fiel que él?
l4EI corazón del hombre le informa de la oportunidad
mejor que siete centinelas en las almenas.
l5y después de todo, suplica al Señor
que dirija tus pasos en la verdad.

Los sabios

16El pensamiento precede a toda acción
y la reflexión a toda tarea.
17La mente es la raíz de toda conducta,
y produce cuatro ramas:
18bien y mal, vida y muerte;
su señor absoluto es la lengua.
19Hay sabios que son sabios para otros
y para sí mismos inútiles;
20hay sabios odiosos al hablar,
y se privan de banquetes exquisitos.
22Hay sabios que lo son para sí,
y cargan con el fruto de su saber;
23hay sabios que lo son para su pueblo,
y el fruto de su saber es duradero.
24Quien es sabio para sí se sacia de placeres,
los que lo ven lo felicitan;
26el sabio para su pueblo hereda gloria,
y su fama vive para siempre.
25La vida de un hombre son años contados,
la vida de Israel son años sin cuento.

Salud
(Eclo 30,14-20)

27Hijo mío, mientras tienes salud, pon a prueba tu apetito,
y no le concedas lo que ves que le hace daño,
28porque no todo es bueno para todos
ni todo manjar es apetecible para todos,
29no te precipites a todo lo exquisito
ni te entregues a todos los manjares;
30porque la gula acarrea enfermedades
y la glotonería provoca cólicos;
31por falta de templanza muchos han muerto,
el que se domina alarga su vida.

37,1-6 Véase 6,5-17; 9,10; 12,8-18; 22, 19-26.

37,1 Véase Prov 18,21; 27,6.

37,2 "Las cañas se vuelven lanzas"; Sal 55,13-15.

37,3 El sentido es dudoso: parece referirse a la insinceridad, fuente de traiciones y
ruina de amistades.


37,7-15 Cuatro versos proponen genéricamente la cuestión, seis (o cinco) enumeran
casos negativos, cinco proponen el aspecto positivo. Véase Prov 12,15; 19,20; 20,18.


37,7-9 Parte de la actividad sapiencial es dar consejo. El autor da por supuesto que el
consejero posee sabiduría y prudencia, y se fija en otro elemento importante: el interés.


37,10-11 La construcción es muy artificiosa: con las preposiciones con y de divide los casos en series paralelas, que dependen alternativamente de los dos hemistiquios del v. 10. Todos tienen en común el interés del presunto consejero, y se pueden reducir al denominador común castellano "del enemigo el consejo", entendiendo por enemigo también rival. Otro refrán español dice: "No tomes consejo de tu riqueza con el hombre que está en pobreza" El último verso es dudoso y falta en el manuscrito hebreo, pero cierra bien la serie.

37,11 Eclo 26,5; 26,29; 14,3-10.

37,12 El temor de Dios encabeza la serie positiva. Su realización práctica es guardar los mandamientos, también respecto al prójimo, y por ello es garantía de sinceridad y desinterés. La segunda parte añade la garantía humana de intereses comunes.

37,13-14 En vez de "corazón" se podría traducir "conciencia": la reflexión y vigilancia de un hombre es también buen consejero. En vez de "centinelas" algunos traducen "astrólogos". Centinela es imagen que se aplica también al profeta: vigila de noche, ve a distancia.

37,15 Hay una franja última que el hombre no puede controlar y que siempre envuelve toda decisión humana: por eso el hombre debe suplicar a Dios y confiar en él, como en instancia última y a la vez central de sus consejos.
Estos versos son un buen ejemplo de la estructura sapiencial: el oráculo divino no exime al hombre de la reflexión y búsqueda, la reflexión humana no ha de excluir la oración. La sapiencia secular vive en armonía con la concepción religiosa. Autores clásicos aconsejaban: "0bra como si todo dependiera de ti, confía en Dios como si todo dependiera de él".

37,16-18 La colocación de estos versos es dudosa: por la "reflexión" recogen el tema precedente, que había concluido bien en el v. 15; por la "lengua" introducen lo siguiente. En sí nos ofrecen una interesante síntesis antropológica: pensamiento, acción, palabra; interioridad radical del hombre, libertad moral, responsabilidad. Véase 15,16-17 y los textos allí citados. Sobre la lengua. Prov 18,21.

37,19-26 (Dejando por ahora los versos 21 y 25). La construcción está formada por dos grupos de oposiciones sobre el provecho y la inutilidad de los sabios. Fondo histórico parecen ser los "filósofos" griegos ambulantes o itinerantes, que ponen cátedra de saber; nuestro autor es "sabio" de profesión, y quiere distanciarse de ellos.

37,19-20 Primer grupo. Podría aludir a filósofos estoicos que hacen profesión de vida austera, que no buscan provecho propio, no aceptan invitaciones, y tampoco pretenden agradar con sus palabras. Desean aprovechar a los demás convirtiéndolos a su escuela y tropiezan con el odio de muchos. Ben Sira no los presenta como modelos.

37,21 Este verso sólo se lee en griego: "porque Dios no le concedió gracia y le falta toda sabiduría"; explicación innecesaria y exagerada, que les niega totalmente el título de sabios.


37,22-24.26 Nueva oposición: el que se aprovecha así, el que aprovecha a su pueblo; dos cosas que no se excluyen, como lo decía ya el traductor en el prólogo y el autor en varias declaraciones. p. ej. 24,34; 33,18. Provecho propio: Prov 12.14; 13.2; 18.20-21; se opone claramente a 19-20. y consiste en placeres y honores en vida. Provecho para el pueblo: después de morir, perdura su gloria y fama. 24.33; 44.13-14.

37,25 Verso de colocación dudosa: puede hacer de colofón o comentario a lo anterior, es decir, la fama del sabio para su pueblo dura para siempre, porque la vida de Israel perdura y por eso no mporta que el sabio muera. También serviría de introducción al discurso sobre salud, enfermedad y muerte, que viene a continuación.

37,27-38.23 Salud, médico, enfermedad, muerte forman una unidad temática.

37,27-31 El autor piensa en jóvenes que todavía no han experimentado los peligros del demasiado comer. El desarrollo emplea procedimientos comunes: formas negativas con motivación, y conclusión positiva. Véase 6,2-4; 18,30-19,3; 30,14-20; 31,19-21.

37,29-30 El autor puede pensar en las escenas del pueblo en el desierto, según Num 11,20; Sal 78; 106,13-15.

37,31 El dominio está visto como cualidad sapiencial, musar. 

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