jueves, 26 de julio de 2012

CAPÍTULO 46.


46 1 Soldado valiente fue Josué, hijo de Nun,
ministro de Moisés en la profecía,
destinado para que en sus días los elegidos alcanzaran una gran victoria,
para tomar venganza de los enemigos y dar la herencia a Israel.
2Qué glorioso cuando alzando el brazo
agitó su bastón de mando contra la ciudad.
3¿Quién le pudo resistir
cuando peleaba las batallas del Señor?
4Por su intervención se detuvo el sol, y un día duró lo que dos:
5invocó al Dios Altísimo cuando lo acosaban alrededor,
y el Dios Altísimo le respondió
con fuerte granizo y pedrisco,
6que arrojaban contra las tropas enemigas,
y en la Cuesta aniquiló a los adversarios;
para que supieran los pueblos proscritos
que el Señor velaba por sus batallas.
Porque siguió plenamente a Dios
7y en tiempo de Moisés se mantuvo fiel,
él y CALEB, hijo de Jefoné, resistieron el motín del pueblo,
apartaron de la asamblea la ira de Dios
y acabaron con la difamación;
8por eso de seiscientos mil infantes
sólo se libraron los dos,
para introducir al pueblo en su heredad,
en la tierra que mana leche y miel.
9El Señor dio fuerzas a Caleb,
que lo acompañaron hasta la vejez,
para establecerlos en los montes del país,
y también su descendencia recibió su heredad.
10Para que supieran los descendientes de Jacob
que vale la pena seguir plenamente al Señor.
11Los JUECES, cada uno por su nombre, los que no se dejaron seducir,
los que no se apartaron de Dios, ¡bendita sea su memoria!
12Renuévese su fama en sus hijos
y revivan sus huesos en la tumba.
I3Amado del pueblo y favorito de su creador,
pedido desde el vientre materno,
consagrado como profeta del Señor,
SAMUEL, juez y sacerdote;
por orden de Dios nombró a un rey
y ungió príncipes sobre el pueblo,
14según la Ley del Señor gobernó al pueblo
visitando los campamentos de Jacob.
15Por su acierto se le consultaba como vidente,
por su palabra se acreditó como pastor.
16También él invocó al Señor
cuando lo acosaban en tomo los enemigos,
y ofreció un lechal en sacrifico.
17El Señor tronó desde el cielo
y se oyó el estruendo de su voz,
18derrotó a los jefes enemigos
y destruyó a los príncipes filisteos.
19Cuando descansaba en su lecho de muerte
invocó por testigos al Señor y a su ungido:
«¿De quién he recibido un par de sandalias?»,
y nadie se atrevió a contestarle.
20Aun después de su muerte fue consultado
y reveló al rey su destino,
alzando del sepulcro su profética voz
y profetizando la expiación de la culpa.

46,1-6 Es curioso el cargo asignado a Josué. Jos 1 sólo dice "ministro". Quizás significa que Josué ejecuta la profecía de Moisés. Batallas del Señor son la guerra sagrada. La conquista de Ai y la victoria junto a Gabaón son los momentos culminantes.

46,7-10 El motín del pueblo se narra en Nm 13-14.

46,11-12 Excusándose de no mencionar a los jueces por su nombre, el autor parece suspirar por la vuelta de aquellos campeones: los de antes de la monarquía para el tiempo después de la monarquía. Precisamente el localizar la tumba es dato importante en las historias de los jueces.

46,13-20 Espiga en los libros de Samuel, arreglándoselas para no nombrar a Saúl ni sus victorias ni su gobierno; Samuel es quien juzga y gobierna y vence.
Una glosa añade un verso: "Hasta el último momento conservó su prudencia a los ojos de Dios y de todos los vivos". El último prodigio: "profeta después de morir". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario